
Soy Mercedes Montero, cosmiatra, auxiliar en dermatología y medicina estetica egresada de la UBA. Tengo una trayectoria de 23 años trabajando en piel y recomendando productos de skincare.
Empecé a los 20 años a trabajar en cosmética, de la mano de una marca francesa llamada Payott, donde tuve la oportunidad de aprender de productos de skincare y de técnicas de masaje facial: minisoins, (creados por Nadia Payott), y también de armado de rutinas de skincare con los productos de la marca. Posteriormente, trabajé para una marca suiza de élite, (La Prairie), donde me desarrollé como esteticista, haciendo tratamientos en gabinete con la exquisita línea de productos de esta marca.
Ya con varios años de experiencia y un amplio conocimiento en las marcas líderes del mercado de la cosmética internacional, entre a shiseido, una de las empresas de cosmética más antiguas del mundo. Di mis primeros pasos en el mundo del maquillaje, y me perfeccioné en masaje japonés reafirmante, (técnicas que sigo utilizando hoy, en mis tratamientos con mis clientes). Otro aporte valioso que me brindó el paso por esta empresa fue el de independizar el mundo de la belleza con la crueldad animal, ya que esta marca fue la primera en producir hialuronato de sodio (acido hialuronico/hialuronato) a partir de fuentes de origen no animal.
La concepción oriental de la belleza armónica natural y equilibrada, sigue siendo para mi, una meta en mi trabajo diario.
En simultáneo con mis trabajos fui capacitandome en piel, empecé por estudiar cosmetologia, una carrera básica y troncal para cualquier profesional que se dedique a la estética, seguí con cosmiatria, hice practicas hospitalarias en el hospital de clínicas en el servicio de dermatología y estudié la carrera de auxiliar en dermatología en la Universidad de Buenos Aires, y continué con la carrera de auxiliar en medicina estetica y aparatologia en la Universidad J.F.Kennedy.
Desde el año 2008, me dedico a tratar diferentes patologías cutáneas, y acompañar los procesos de la piel en cada etapa de la vida. Diseño los protocolos para cada cual, con la solidez de tantos años de recorrido, y con el entusiasmo y la curiosidad de los primeros tiempos. Me gusta abordar el órgano que es la piel, pensándolo como parte de un sistema. Me encanta explorar y reforzar las particularidades de cada uno, derribar los mitos que se arman en torno al “ser bello o ser bella”. Me alineo con el pensamiento de mejorar la versión de quien ya somos, donde ya somos todo lo que tenemos que ser y ya tenemos dentro de nosotros todo lo que necesitamos para desarrollarnos, mi trabajo es acompañar en ese proceso de descubrirlo, pulirlo y hacerlo brillar.


